Hacerse un piercing puede ser una experiencia emocionante, lo sabemos, pero también es fundamental cuidar adecuadamente la nueva perforación para evitar infecciones y asegurar una curación adecuada. Aquí te ofrecemos una guía completa sobre los cuidados que debes seguir después de realizarte un piercing.
- Mantén las Manos Limpias
Antes de tocar tu nuevo piercing, asegúrate de lavarte bien las manos con agua y jabón. Esto ayudará a prevenir la transferencia de bacterias y minimizar el riesgo de infección.
- Limpieza Regular
Limpia la zona del piercing al menos dos veces al día con una solución salina o un limpiador específico recomendado por tu perforador. Evita usar alcohol o peróxido de hidrógeno, ya que pueden irritar la piel.
Cómo Limpiar:
- Moja un algodón o una gasa en la solución.
- Aplica suavemente sobre la zona, eliminando cualquier residuo o costra.
- Evita frotar con fuerza.
- No Toques ni Juegues con el Piercing
Es natural sentir curiosidad por tu nuevo piercing, pero evita tocarlo o moverlo. Esto puede irritar la zona y aumentar el riesgo de infección.
- Evita el Agua Contaminada
Durante las primeras semanas, evita nadar en piscinas, jacuzzis, lagos o cualquier lugar donde el agua pueda estar contaminada. El agua del grifo también puede contener bacterias, así que ten cuidado.
- Sé Cuidadoso con la Ropa y el Cabello
Asegúrate de que la ropa no roce o atrape el piercing. Si tienes el cabello largo, intenta mantenerlo recogido para evitar que se enrede en la joyería.
- Evita Cambiar la joya demasiado pronto
Es tentador querer cambiar tu piercing por algo más bonito, y más si el pendiente elegido es de Ginny Corner (lo sabemos ;), pero es crucial esperar al menos 6-8 semanas (o más, dependiendo de la ubicación) antes de hacerlo. Cambiar la joya demasiado pronto puede interrumpir el proceso de curación, así que mejor con calma.
- Observa Cualquier Signo de Infección
Presta atención a cualquier síntoma inusual, como enrojecimiento, hinchazón, pus o dolor intenso. Si experimentas alguno de estos síntomas, consulta a un profesional de la salud o a tu perforador de inmediato.
- Mantén una Alimentación Saludable
Una dieta equilibrada y rica en vitaminas y minerales puede ayudar a acelerar el proceso de curación. Asegúrate de incluir alimentos ricos en zinc y vitamina C.
Así que ya sabes, cuidar adecuadamente de un piercing recién hecho es esencial para garantizar una curación rápida y sin complicaciones. Siguiendo estos consejos, podrás disfrutar de tu nueva joya con tranquilidad. ¡Sé paciente y así conseguirás que luzca espectacular!