¿Pensando en hacerte un piercing? Guía Esencial para una Curación Adecuada

¿Pensando en hacerte un piercing? Guía Esencial para una Curación Adecuada

Hacerse un piercing puede ser una experiencia emocionante, lo sabemos, pero también es fundamental cuidar adecuadamente la nueva perforación para evitar infecciones y asegurar una curación adecuada. Aquí te ofrecemos una guía completa sobre los cuidados que debes seguir después de realizarte un piercing.

 

  1. Mantén las Manos Limpias

Antes de tocar tu nuevo piercing, asegúrate de lavarte bien las manos con agua y jabón. Esto ayudará a prevenir la transferencia de bacterias y minimizar el riesgo de infección.

  1. Limpieza Regular

Limpia la zona del piercing al menos dos veces al día con una solución salina o un limpiador específico recomendado por tu perforador. Evita usar alcohol o peróxido de hidrógeno, ya que pueden irritar la piel.

Cómo Limpiar:

  • Moja un algodón o una gasa en la solución.
  • Aplica suavemente sobre la zona, eliminando cualquier residuo o costra.
  • Evita frotar con fuerza.

 

  1. No Toques ni Juegues con el Piercing

Es natural sentir curiosidad por tu nuevo piercing, pero evita tocarlo o moverlo. Esto puede irritar la zona y aumentar el riesgo de infección.


  1. Evita el Agua Contaminada

Durante las primeras semanas, evita nadar en piscinas, jacuzzis, lagos o cualquier lugar donde el agua pueda estar contaminada. El agua del grifo también puede contener bacterias, así que ten cuidado.


  1. Sé Cuidadoso con la Ropa y el Cabello

Asegúrate de que la ropa no roce o atrape el piercing. Si tienes el cabello largo, intenta mantenerlo recogido para evitar que se enrede en la joyería.


  1. Evita Cambiar la joya demasiado pronto

Es tentador querer cambiar tu piercing por algo más bonito, y más si el pendiente elegido es de Ginny Corner (lo sabemos ;), pero es crucial esperar al menos 6-8 semanas (o más, dependiendo de la ubicación) antes de hacerlo. Cambiar la joya demasiado pronto puede interrumpir el proceso de curación, así que mejor con calma.


  1. Observa Cualquier Signo de Infección

Presta atención a cualquier síntoma inusual, como enrojecimiento, hinchazón, pus o dolor intenso. Si experimentas alguno de estos síntomas, consulta a un profesional de la salud o a tu perforador de inmediato.


  1. Mantén una Alimentación Saludable

Una dieta equilibrada y rica en vitaminas y minerales puede ayudar a acelerar el proceso de curación. Asegúrate de incluir alimentos ricos en zinc y vitamina C.


Así que ya sabes, cuidar adecuadamente de un piercing recién hecho es esencial para garantizar una curación rápida y sin complicaciones. Siguiendo estos consejos, podrás disfrutar de tu nueva joya con tranquilidad. ¡Sé paciente y así conseguirás que luzca espectacular!

 

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